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Festival de Cine de Lima: Imágenes de la memoria

La lucha contra el olvido, uno de los grandes temas del 19 Festival de Cine de Lima, organizado por la PUCP, que hoy culmina.

Publicado: 2015-08-15

Hoy concluye el 19 Festival de Cine de Lima, organizado una vez más por la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), y entre el suculento torrente de documentales y películas que llegaron, de América Latina, me pareció observar una tendencia insistente y sugerente: el deseo de hacer memoria –histórica, política, social- a través de intensos relatos fílmicos.

Esto no es nuevo, por supuesto. Digamos que uno de los clásicos de este magno evento cultural es que los espectadores nos podamos ver, prácticamente como nunca, en la pantalla. Este año no ha sido la excepción y ahí está el menú: dos producciones sobre Allende (‘Mi abuelo Allende’, de Marcia Tambutti Allende, y ‘Allende en su laberinto’ de Miguel Littin), varias sobre el conflicto colombiano (‘Alias María’ de José Luis Rugeles, por ejemplo) y también -¡cómo no!- las que son sobre nuestro propio conflicto armado interno, que sigue produciendo historias.

Películas nuevas como ‘La última noticia’, de Alejandro Legaspi, o documentales como ‘Te saludan los cabitos’ de Luis Cintora, cuentan esos tiempos dolorosos, que aún generan dudas, preguntas, inquietudes, angustias. En la comunidad de los cineastas y documentalistas está profundamente asentado ese propósito de contar lo que vivimos y sufrimos, de un modo en que Hollywood no lo hará. Las pantallas se vuelven, por unos días, casi un ejercicio terapeútico.

Esta vez me pareció encontrar, además, interesantes venas comunes recorriendo varias producciones. El documental ‘Burden of Peace’, de Joey Bonik, que retrata en sus afanes corajudos a la fiscal guatemalteca Claudia Paz y Paz, tiene a mis ojos un leve eco de la historia del doctor Héctor Abad Gómez, contada en ‘Carta a una sombra’, de Daniela Abad. En ambos casos, se trata de luchadores por los derechos humanos, de ciudadanos de una dignidad suprema.

Abad Gómez fue asesinado por paramilitares el 25 de agosto de 1987, en Medellín, al parecer por denunciar continuamente los crímenes de esos grupos armados; Paz y Paz se tomó en serio el cargo de Fiscal General de Guatemala y alcanzó a llevar a los tribunales al ex dictador acusado de genocidio Efraín Ríos Montt. Fue amenazada continuamente y tuvo que exiliarse en España, luego de que se le cesara en el cargo antes de tiempo, debido a una leguleyada de sus enemigos.

Los dos fueron acusados, mientras ejercían su actividad pública, de ‘comunistas’, un argumento barato y falso que, increíblemente, todavía tiene peso para algunos políticos, ciudadanos, o incluso funcionarios del Estado. Como se retrata en los dos documentales, de manera descarnada y a veces hilarante, esa acusación era casi como una condena. Para Abad Gómez, lo fue en los hechos, pues se le atacó durante años, hasta que finalmente unas balas miserables lo acribillaron.

Tal macartismo latinoamericano, chusco y agresivo, también asoma en ‘Allende en su laberinto’, el film que relata las últimas horas del ex presidente chileno en el Palacio de la Moneda, cuando irrumpe el sangriento golpe del 11 de septiembre de 1973. Al ver toda esta saga fílmica, que inconsciente o deliberadamente aflora de la pantalla, uno se pregunta cómo es que llegamos a tales niveles de delirio político y cómo resulta fundamental que el cine lo muestre sin anestesia.

Abad Gómez, asimismo, fue padre del notable escritor colombiano Héctor Abad Faciolince, autor de ‘El olvido que seremos’, quien a su vez es padre de Daniela Abad, la directora de ‘Carta a una sombra’. La dos obras –la primera, una crónica sobre la vida de su padre, y la segunda un retrato documental sobre el abuelo- cumplen, de una manera conmovedora, la preservación de la memoria de un hombre justo, que era valioso no sólo para su familia, sino para toda la sociedad.

Las películas o documentales que hablan sobre el conflicto armado interno en el Perú no son tan desconocidas, han circulado más y algunas se han vuelto a ver en este evento, como ‘La boca del lobo’, de Francisco Lombardi. En esta ocasión, sin embargo, es observable cómo ha crecido la producción en relación con ese tiempo. A las ya mencionadas ‘Te saludan los cabitos’ y ‘La última noticia’, se puede añadir el documental ‘Dibujando Memoria’, sobre Huancavelica.

También retrata los tiempos de la violencia desatada, hace memoria en coincidencia con el nombre del documental, de un modo que ya está bastante ausente en las pantallas televisivas. Nuevamente, el cine clama, alza la voz para que la gente no se olvide lo sufrido. Después de todo lo empozado en la memoria de esta región, resulta imposible que la pantalla grande se achique ante el reto de explorar lo que nos pasó y nos dolió.

Todas estas historias dejan preguntas en quienes creen que el cine solo sirve para ‘distraerse’. Puede ser, aunque otro de sus fines, más bien, es ‘traer’ el pasado al presente, o el presente al presente, para explorarlo juntos cerrando los ojos durante una hora y más, en la cual será posible vernos en todas nuestras miserias y grandezas. En nuestras locuras latinoamericanas y en nuestras batallas por la memoria o contra la injusticia y la pobreza que nos circundan.

Películas como la brasileña ‘Casa Grande’, del brasileño Felipe Barbosa, o ‘Las elegidas’ del mexicano David Pablos, a pesar de contarnos el hoy (la primera es sobre las desigualdades en Río de Janeiro, y la segunda sobre una red de prostitución infantil en Tijuana), suman también a la memoria. Nos enrostran problemas que están con nosotros, y que nos acompañarán por muchos años más si nos olvidamos del mundo viendo solamente televisión chatarra.

Porque eso es el cine: un espejo pintado, como sostiene el director italiano Ettore Scola. En América Latina, es imposible que no cuente los dramas de las personas y las sociedades, que forman ese magma hermoso problemático en el que existimos. Seguimos haciendo nuestra propia película, todos los días, con nuestros autócratas y nuestros héroes anónimos. Con pocos recursos, pero con la suficiente inteligencia para que la pantalla no apague nuestros recuerdos.


Escrito por

Ramiro Escobar

Periodista. Especializado en temas internacionales y ambientales.


Publicado en

Kaleidospropio

Sobre el mundo, la vida y nuestra especie