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Hinostroza, entre la expulsión y la extradición

La policía española lo detuvo hoy, alrededor de las 11 de la mañana, hora de España, y ha sido enviado a una dependencia de extranjería en Madrid, ubicada en el barrio de Carabanchel. Las posibilidades de que le den asilo son remotas

Publicado: 2018-10-19

Bonn, Alemania.- Eran cerca las 11 de la mañana cuando el exjuez supremo César Hinostroza, el más controvertido de los magistrados vinculados a la organización mafiosa denominada ‘Los cuellos blancos del Puerto’, fue detenido en Madrid. Según fuentes cercanas al gobierno, con las que conversó LaMula.pe, informaron que esto habría ocurrido en la casa de un familiar suyo que reside en esta capital, donde él se encontraba. 

Hinostroza se encuentra, de acuerdo a estas fuentes, en la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Madrid del distrito de Carabanchel, ubicado al sur de la ciudad. Allí fue llevado tras su detención, luego de que ayer, jueves 18, presentara su solicitud de asilo al gobierno español. No hay claridad sobre cuánto tiempo permanecerá allí, aunque sí que las posibilidades de que su solicitud sea aceptada son remotas. Varias razones juegan en contra de este pedido.

La primera es legal. El derecho de asilo en España está regulado por la  Ley 12/2009, que en su artículo 3 establece una serie de condiciones para que a una persona se le conceda refugio, entre ellas que esté perseguida "por motivos de raza, religión, nacionalidad, opiniones políticas, pertenencia a determinado grupo social, de género u orientación sexual". Eso crea una situación que hace imposible que el solicitante retorne a su país, o incluso que no quiera regresar a él.

El juez Hinostroza, por supuesto, no sufre ninguna de esas amenazas, que en general corresponden a un refugiado que viene del África Subsahariana, Siria o el Magreb. Dichas personas solicitan, en esos casos extremos, protección, porque incluso, de acuerdo a la mencionada Ley, si retornaran podrían arriesgarse a ser condenados a muerte, a sufrir tratos crueles e inhumanos, o a amenazas graves a causa de la violencia indiscriminada.

Tampoco ninguno de esos peligros ronda a Hinostroza, que simplemente es un prófugo de la ley acusado de corrupción. Si argumentara que sufre “persecución política”, no habría motivos para sustentarlo porque, a pesar nuestros tumultos continuos, el Estado de Derecho rige en el Perú. No hay señal alguna de que se haya vulnerado salvo que se atienda las explicaciones alambicadas que suele levantar la mayoría política fujimorista.

Desde el punto de vista político, las posibilidades también son mínimas. La decisión del gobierno español de aceptar este pedido de asilo va a pasar por el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, que ha sido magistrado de la Audiencia Nacional, y tendría que contar con la aprobación del Presidente del Gobierno, Pedro SánchezNo hay nada que haga suponer que accederán a ella, máxime si se tiene en cuenta que el actual Ejecutivo está allí, desde el 2 de junio de este año debido a un caso de corrupción que involucraba al gobierno anterior, conducido por Mariano Rajoy del Partido Popular.

Una fuente vinculada al gobierno peruano sopesa que esto hace “muy difícil” que se acepte el pedido de Hinostroza. No solo por el precedente de la caída de Rajoy debido a la implicación de su partido en el denominado caso Gurtel. Hasta Iñaki Undargarin, cuñado del rey Felipe VI, está preso en la cárcel de Brieva de Ávila, desde junio de este año. Imposible suponer que dados esos traumáticos hechos político-judiciales el actual gobierno español haga suyo el caso de Hinostroza, lo que además perturbaría las relaciones con el Perú.

La misma fuente, por eso, concluye que existirían dos posibilidades. Una que sea devuelto de manera rápida, casi express, en la forma de expulsión, ya que su situación no se ajusta a ninguna de las condiciones que configuran a un solicitante de asilo en peligro. La otra es que se admita su solicitud y la respuesta a ella demore. Incluso, como ha sostenido el presidente Vizcarra, si no se amplía su detención en 10 días podría salir libre, cosa que, desde el punto de vista político y judicial, resulta escasamente posible.

Vendrían entonces varios días de suspenso. Sin embargo, la ya citada ley que regula este derecho en España sostiene que el “principio de no devolución” se aplica solo cuando la vida o la integridad física del solicitante esté en peligro. No sería serio sostener que Hinostroza corre algunos de esos riesgos supremos. 

En ambos casos, lo previsible es que el retorno del magistrado al Perú sería inminente. La presión política y social en España ya comenzó a funcionar, además. Una manifestación en contra del magistrado fue convocada para hoy viernes en la Puerta del Sol de Madrid. Por su parte, Sergio Pascual, diputado del partido Podemos, liderado por Pablo Iglesias, declaró para este portal que “en España somos muy sensibles a la propagación de la corrupción en el seno de nuestras instituciones, pues eso carcome el Estado de Derecho. Por eso queremos ayudar a países hermanos como Perú a erradicarla”. 

Añadió, de otro lado, que “el carácter machista, repugnante, de algunos audios redobla nuestro interés en que este sujeto no pase un solo día más en suelo español sea enviado a Perú y cumpla su condena”. El derecho de asilo, insistió, está hecho para “proteger, no para encubrir”, y por ello van a ser exigentes con el gobierno para que este no sea burlado por alguien que, según el dirigente político, tiene baja catadura moral. Por su parte, la escritora Gabriela Wiener publicó el portal eldiario.es una carta dirigida al ministro del Interior y a la ministra de la Igualdad, Carmen Calvo, que por añadidura es la vicepresidenta del gobierno, para que no se conceda el asilo a Hinostroza, debido a su involucramiento en serios casos de corrupción y hasta en negociar fallos vinculados a casos de violación.

Resulta irónico que un juez que traficó con fallos, que benefició a la gente de su confianza con puestos y negociados, que tiene dos casas en Miami, quiera ahora acogerse a una Ley basada en la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de Refugiados de 1951. Es decir, a una norma que sirve para proteger a los despreciados, a los inmigrantes que llegan cruzando el Mediterráneo en barcos destartalados, a quienes huyen de guerras y genocidios. Es decir a personas que en nada se parecen a ese magistrado lustroso, cínico, que hasta desvalorizó la palabra “hermanito” para utilizarla en clave mafiosa y sin respeto alguno por la moral ciudadana y los derechos humanos de los más humildes.

DATO

> Todo sobre la fuga y captura de César Hinostroza aquí.



Escrito por

Ramiro Escobar

Periodista. Especializado en temas internacionales y ambientales.


Publicado en

Kaleidospropio

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